SUBSISTIENDO CERCA DEL ALTAR DE DIOS
Génesis 12:1-20 13:1-9
Subsistir: Según el diccionario es mantener la vida, seguir viviendo.
INTRODUCCION:
En muchas religiones se utilizaban los altares, pero para el Pueblo de Dios, los altares eran más que simples lugares de sacrificio. Los altares simbolizaban comunión con Dios y conmemoraban encuentros significativos con Él.
Construidos con piedras y tierra, a menudo los altares permanecían en esos lugares por años como recordatorios continuos de la protección y las promesas de Dios.
Génesis 12:1-20 13:1-9
ABRAHAM EDIFICA UN ALTAR ( V.8)
El patriarca edifica dos cosas aquí, su tienda y un altar a Dios.
La tienda simbolizaba su sentimiento peregrino por esta tierra.
El altar que toda su vida dependía de Dios, su profesión, familia, patrimonio y ciudadanía, etc.
Abraham con regularidad construía altares por dos razones:
1.. Para orar y adorar.
2.. Para recordar la promesa de Dios de que lo bendeciría.
En su peregrinaje por las tierras de Oriente, no habría podido sobrevivir espiritualmente sin la renovación regular de su amor y lealtad a Dios.
Si no hay renovación en nuestro vínculo con Nuestro Señor y Salvador Jesús, nuestra salud espiritual, estaría corriendo un serio peligro en la inmensidad del desierto de este mundo. (Rom. 12:2)
ABRAHAM DEJO A UN LADO EL ALTAR. (V.10)
Es posible que hubiese hambre en Canaán, pero no cerca del altar.
Abraham fue empujado por el hambre a Egipto.
¿Por qué habría hambre en la tierra a la cual Dios acababa de llamar?
El llamado de Dios no exime las pruebas, tampoco implica que no debamos decidir en cuestiones urgentes o básicas, como por ejemplo los alimentos para nuestra familia, o pedir colaboración a personas que no comparten nuestros valores o creencias siempre y cuando no pongamos en peligro nuestra moral o dignidad.
En la vida cristiana nos encontramos a menudo con obstáculos no esperados y racionalmente incomprensibles.
Las pruebas no siempre pasan por una necesidad básica de alimentos, aveces hay abundante comida en los hogares cristianos pero el "fuego" de la prueba se hace sentir en otras áreas sensibles de la vida familiar.
Lo que sostiene y brinda dirección sabia en situaciones limite es la Palabra de Dios y su comunión; la ausencia de ambos fue el aspecto negativo y contaminante de Abraham en su paso por Egipto.
No alcanza con ser peregrinos, Caín lo fue, pero también se convirtió en un simple errante y vagabundo de las ideas racionalistas.
CONSECUENCIAS DE DEJAR A UN LADO EL ALTAR. ( Vs. 14-20)
Egipto (figura clásica del mundo proveedor) es una alternativa temporal, invertir demasiado en él, trae inseguridad y sentimientos de culpa.
Alterar los valores de Dios, buscando la iniciativa propia, utilizando la "media-verdad", no resuelve ningún problema, sino que lo hace más complejo.
En esta instancia de la vida de Abraham quedó desprovisto de la comunión con Dios y de la dirección de su Palabra.
Hoy también estamos viviendo una etapa de "pauperización (pobreza) espiritual" con relación a la comunión con Dios y la dirección divina.
Es hora de preguntarnos si no habremos dejado a un lado el Altar individual de la Comunión con Nuestro Señor.
¿No estaremos edificando "altares extraños" minimizando las sanas doctrinas?
La globalización trajo consigo consecuencias de un mejor estándar de vida en la mayoría de los países, pero implícitamente también pobreza espiritual, donde la doble moralidad y las medias verdades son monedas corriente.
A pesar de que el patrimonio de Abraham aumentaba en Egipto, "el hombre interior" se iba desgastando. La prosperidad material es un indicador sociológico de movilidad social, pero no siempre marca un perfil de espiritualidad. "No solo de pan vivirá el hombre..."
Si bien es cierto "Egipto" como sistema, sirve temporalmente en la medida de ofrecer bines y servicios, como el trabajo, salud, vivienda, educación, industria y comercio a todos, incluyendo a los creyentes, no deja de ser, en algún momento injusto, tramposo y alienante.
Para Abraham, el compromiso con Egipto le trajo una aparente estabilidad económica (12:15-16) pero con un alto costo emocional, familiar y espiritual.
ABRAHAM REGRESA AL ALTAR. (13:1-9)
No fue obstinado, usó la sabiduría que desciende de lo alto, y decidió elevar su manera de pensar.
Cuando decidió renovar su comunión con su DIOS, allí estuvo dispuesto para una nueva vida.
En tanto en esta decisión sumamente importante, la vida espiritual no deja de tener un costado complicado, pues allí hubo una etapa de difícil convivencia familiar con su sobrino Lot (y hermano en la fe). El ejemplo en esta resolución es poner la paz familiar por encima de los deseos personales.
Tal vez te encuentres en una situación límite donde debes tomar una decisión difícil. Piensa, recapacita, toma la iniciativa para resolver los conflictos, permite que la otra parte en discordia haga la primera elección aún cuando signifique que no tendremos lo que queremos, persiste en lo que has aprendido tal vez desde la niñez como Timoteo.
Las discusiones y rivalidades en el núcleo familiar pueden ser destructivas si se dilatan en el tiempo. (13:7-8) Rodeados de cananeos y ferezeos, Abraham y Lot debieron haberse unido por testimonio ante los inconversos, en lugar de eso la envidia y la ingratitud de Lot, los separó. Situaciones similares se repiten hoy en familias e iglesias.
Luego de una toma de decisión traumática, Abraham fortalecido en la comunión con Dios pudo interceder por su sobrino.
La comunión con Dios nos brinda mas recursos espirituales para interceder por los débiles en la fe.
La comunión con Jesús mitiga los dolores del alma y el Espíritu Santo suaviza las heridas de los vínculos familiares rotos.
CONCLUSION:
La vida cristiana no difiere demasiado de las experiencias espirituales de los patriarcas de la Biblia.
Nuestra comunión con Nuestro Dios, a menudo sufre alteraciones, subidas o bajadas, todas son vivencias importantes en la medida que recapacitemos a tiempo.
Nuestra realidad y nuestro hábitat natural es vivir hoy como Abraham, entre dos posiciones antagónicas Hai (Ruina) y Bet-´el (Casa de Dios) (12:8, 13:3) Es decir entre un mundo en ruinas y el Santuario Invisible de Dios. No obstante para subsistir mejor en esta posicion, es necesario reedificar el altar de la comunión con Dios.
Daniel Bustamante.