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VOY A LLEGAR LIDERANDO MI SUEÑO

Gênesis 14.39

 

«Luego le dijo a José:--Puesto que Dios te ha revelado todo esto, no hay nadie más competentey sabio que tú. Quedarás a cargo de mi palacio, y todo mi pueblo cumplirátus órdenes. Sólo yo tendré más autoridad que tú, porque soy el rey.»

 

Vos tenés que liderar tus proyectos porque nadie los va a liderar por vos. Nunca Dios te va a poner en algo grande si no sabés liderar tus proyectos. Jesse Duplantis -un gran pastor americano- dijo: "lo que más aprendí de mis mentores es que hay que repetir las cosas". Voy a repetir algunos conceptos para a alcanzar nuestros sueños que quiero que queden claros:

 

1) "NO ESPERO QUE NADIE ME SALVE"

Nadie va a venir a salvarte. Todos inconscientemente esperamos que alguien nos salve, que mamá nos reconozca; "ya va a venir mi hijo a pedirme perdón..."; tu hijo no va a venir a pedir perdón; "ya mi marido me van a reconocer, van a saber quién soy yo", nadie va a venir a salvarte.

 

Las mujeres que siempre están esperando el príncipe azul... y no viene. Sé libre; nadie va a venir por vos; tenés que dejar de esperar que vengan a ayudarte, que vengan a salvarte, que vengan a felicitarte, que vengan a reconocerte; nadie va a venir.

 

2) "DEJO DE ESPERAR QUE TODO SEA FÁCIL"

¿Cuántos esperamos o creemos que las cosas van a ser fáciles, que lo vamos a lograr fácil? ¡No va a ser fácil, va ser difícil! ¿Cuánta plata vos pensaste que va a costar tu sueño? No es lo que pensaste, es más plata... ¿Cuántos enemigos pensaste que ibas a tener? Son más.

 

Tenés que prepararte para lo peor y esperar lo mejor. Cuando una persona se prepara para lo difícil, levanta guardia interna. Cuando vas a un trabajo y un compañero te dice: "tenés que venir a horario sino te echan" vos levantás guardia y funcionás fácil, porque te preparaste para lo difícil. Pero cuando viene alguien y dice: "no, acá no pasa nada" vos bajás la guardia. Por eso Eliseo cuando le dijo a Elías: "yo quiero que me des la doble porción espiritual" Elías le respondió: "cosa difícil has pedido; me tenés que ver cuando me vaya al cielo", para que Eliseo esté atento; sino Eliseo se iba a distraer. ¿Pensaste que casarte iba a ser fácil...? no; es más difícil de lo que pensás.

 

3) "ME LIBERO DEL ESPÍRITU DE VÍCTIMA"

La gente te proyecta: "nena no sabés, cuando naciste eras flaquita y debilucha, casi te morías..." y te lo cuentan, y vos decís "pobrecita de mí". "¿Cuántos años tenés? ¿No tenés novio?, ah, a esa edad ya tenías que estar casada; te quedás para forrar Biblias"; "nena ¿no sos mamá?, no sabés lo que es; no hay nada más lindo que ser mamá". Viene la gente y te proyectan eso: "¿cuántos hijos tenés? ¡¿cinco?!, ay, qué difícil..." y para vos nunca fue difícil, pero ahora que te ponen la lástima, el espíritu de víctima, y lo ves difícil. Espíritu de victima, fuera.

 

4) "Preguntas tontas, nunca más"

 

Por ejemplo: "¿por qué no me saludaron?, ¿por qué me dieron vuelta la cara?" "Jonás,  después que el pez lo vomitó ¿comía sushi?", "después que Eva comió la fruta prohibida ¿seguía pidiendo ensalada de fruta, o le caía mal?" Como los foros cristianos, que dicen: "¿qué opina usted? ¿Puede un predicador contar chistes?", la fe no es para opinar, la fe es para vivir. Se puede opinar de política, de fútbol, de trabajo, pero de fe no se opina; de fe se vive, de fe se conquista y se cree.

 

5) "LA COSTUMBRE DE QUE ME INSISTAN"

Por ejemplo:

 

    "¿Querés otra empanada?, dale", "no...", "dale", "no..." , "¡dale!," "bueno sí"

    "Pago yo la cena", "no...", "sí, dale", "no... eeeh, bueh, bueno pagá".

 

Pero Dios te dice:

 

    "Te doy un auto", "nooo...", "ok, no te lo doy".

    "Te voy a bendecir", "no Señor..." "OK, se lo doy a otro".

 

Dios no te va a insistir; por eso Dios le dijo a Pedro: "sígueme" y Pedro dejó todo. Dios no te va a insistir en darte cosas buenas. Toda la gente que diga "no sé...", Dios te dice "¿no sabés?, bueno, se lo voy a dar al de al lado". No le pongas límites a lo bueno; lo tomo, lo conquisto, lo disfruto y lo reparto en el nombre del Señor.

 

Seis cosas para liderar el sueño:

 

1) "Voy a llegar porque es mi sueño"

 

Tus sueños son tuyos, no son de otro; no hay nada peor que vivir los sueños de los demás. Un muchacho se me acercó con uno de mis libros para que lo firme, y me quiso contar su testimonio. "Soy de Centroamérica, mi papá es un gran abogado; yo me recibí de abogado; le di el titulo a mi papá y le dije: 'toma viejo, no me molestes más, ahora voy a hacer lo que a mí me gusta', y hoy soy profesor de salsa" ¡y está bailando salsa en el Hotel Conrad! Lo más importante es que lo sueños tienen que ser tuyos. El regalo más grande que les podamos dar a nuestros hijos es que ellos nos vean detrás de nuestros sueños. El sueño de Dios no fue encerrarte en tu casa; Dios te llamó a cosas grandes, tenés que conectar con tus sueños. El mejor regalo que le podemos dar a nuestros hijos es que ellos se conecten con los suyos. "Instruye al niño en su camino, y cuando sea grande no se apartará". No hay nada más grande que correr detrás de los sueños personales; no tenemos que ser como la esposa de Lot, que quedó convertida en estatua de sal porque nunca decidió nada por sí misma. Vos tenés que vivir por tu sueño. Acordarte la ley 18-40-60 de John Maxwell:

"a los 18 me preocupaba de lo que la gente decía de mí; a los 40 no me preocupé por lo que la gente pensaba de mí; y a los 60 me di cuenta que nunca nadie pensó en mí".

 

2) "Voy a llegar porque Dios me está entrenando para llegar"

 

Dios te está entrenando en el gran escenario de la vida a través de todo lo que te está pasando para llevarte a alcanzar los sueños. Moisés tenía cuarenta años y ve que un egipcio mata a otro; Moisés saca una espada y lo mata... ¿por qué Dios no lo llamó a Moisés? Porque dijo: "si éste en una pelea mata a uno, yo le doy el pueblo de Israel y los mata a todos". Entonces lo mandó a la montaña, porque si él iba a guiar a Israel por el desierto, tenía que conocer la geografía desértica; tenía que aprender dónde estaba el agua, dónde estaban las serpientes. Y después Dios lo casó y tuvo hijos, porque si Moisés iba a guiar familias él tenia que saber como funcionaba una familia. Él tenía que aprender, y le puso ovejas, que es el animal más tonto. Si una oveja va caminando y se cae en un despeñadero, las demás se caen igual. Moisés practicaba con las ovejas. Cuando tiene ochenta años, Dios dice: "ya está entrenado; sabe donde encontrar agua, sabe estar casado, sabe moverse en terreno, sabe moverse bajo la unción del desierto; ahora vas a ir y vas a liberar a mi pueblo", porque Dios no elije gente por edad, sino que entrena gente y la llama. Yo no sé en qué desierto estás, pero Dios te está formando para llamarte a cosas extraordinarias. Faraón te va a llamar y te va a dar la bienvenida a su palacio.

 

José tiene un sueño a los diecisiete años; pasan trece años, lo tiran al pozo, luego a la cárcel. Faraón tiene un sueño: sueña con vacas gordas y sueña con las vacas flacas. Así que llama a los brujos, pero no adivinan nada. Cuando no quedó más nadie llamó a José; enseñanza: Dios te va a dejar último de la lista para que cuando Faraón te llame sepa que vos no sos una opción más, serás la única opción de bendición. Algunas personas dicen: "...porque a mí me dejan último" ¡gloria a Dios! Los últimos serán los primeros. Si Faraón hubiese buscado solo un par de brujos, y después lo hubiese llamado a José, le hubiera quedado la duda si había un brujo que fuera mejor que José. Por eso está tardando la bendición... porque tu jefe está tirando tiros al aire. Cuando se le acabe y no tenga más nadie, ahí vas a aparecer vos, vas a brillar, y se te va a abrir la puerta para entrar en tu sueño.

 

3) "Si sueño, la pobreza se va"

 

Escasez material es externa; pobreza es una maldición interna, mental.

La pobreza es estrechez mental. La escasez, es falta de recursos externos.

La escasez se alimenta de la pobreza. Porque la pobreza es una maldición mental de estrechez, que alimenta a la escasez.

 

Dios no te va a sacar la escasez, te va a desactivar la pobreza. Porque si Dios te da dinero con mente pobre, y estás maldecido, vas a volver a perder. Por eso hay ricos que son miserables. Cuando vos conocés este ministerio Dios no te da finanzas, te da un sueño. Porque un sueño te rompe la maldición de la estrechez, te hace soñar.

 

Los sueños que Dios te da son del tamaño de Él; Dios te da sueños extraordinarios, y entonces tu mente rompe la pobreza, y así la carencia no tiene de dónde alimentarse. Entonces, la escasez es momentánea; porque cuando la escasez no tiene de donde alimentarse, se va; y cuando se va, viene la abundancia.

 

Tenés que romper con todo pensamiento limitante y soñar de acuerdo al corazón de Dios. Pobreza es una marca de maldición cultural. Pobreza es, por ejemplo, cuando alguien ora: "dame un auto, dame un auto, enviame un auto", y Dios le da un auto; entonces no ora más, ni viene más. "Dame un hombre, un hombre, un hombre"; aparece el hombre y desaparecieron con el hombre; eso es ser tonto. Porque una mente que no tiene pobreza dice: "dame un auto"; cuando Dios le da un auto pide la casa; luego otra cosa; y pide, y avanza, y pide, y crece...

 

A un pobre hay que darle un plato de comida, pero eso no va a cambiar su destino, lo va a calmar unas hora. Hay que darle también una palabra de fe para que rompa la maldición de la pobreza. Porque cuando la pobreza se muere, la escasez no tiene de donde alimentarse, y la escasez muere también.

 

No te preocupes por los recursos, preocupate por enriquecer tu corazón y tu cabeza de palabras de fe; y la prosperidad vendrá. Porque dice la Biblia que a los bendecidos la bendición nos persigue y nos alcanza. No más pobreza.

 

¿Qué hace una persona con mentalidad pobre? Golpea una puerta. Una persona rica golpea una puerta, golpea otra puerta, golpea otra puerta, manda un curriculum, y otro, y otro. Los que tienen trabajo salgan a buscar más trabajo, diez trabajos más, hasta que te aparezca uno mejor. Vos golpeás, golpeás, golpeás. Guillermo Salimberti me dijo sobre la parábola del sembrador: "yo pensé que el sembrador salió a sembrar y tiró una semillita, se la comieron los cuervos; tiró otra semillita, salieron las espinas; tiró otra semillita, cayó en la espiga; tiró otra semillita, produjo al treinta, al sesenta. Y no fue así. Dice que el sembrador salió a sembrar; algunas se las comieron... pero una produjo al treinta, al sesenta y al ciento por ciento". Salgamos a golpear todas las puertas habidas y por haber, no nos quedemos quietos, porque Dios nos va a dar la tierra al ciento por uno.

 

4) "Soy capaz de resistir"

 

¿Sos capaz de resistir el rechazo y la crítica? Algunos tienen muchos sueños, aman mucho a Dios, pero mueren en la mitad de camino; no aguantan. A veces lo que te hunde es la bendición, porque no la sabés disfrutar en Dios, y eso te hunde. Hay que tener capacidad de resistencia. ¿Cómo uno resiste? Enfocado en lo importante. Vos tenés que estar enfocado en lo importante. Lo importante es la salud, la familia, nuestra comunión con Dios, nuestra iglesia; todo lo que no toque esas áreas, no te preocupes. Lo importante es cuando muere un ser querido, cuando viene una desgracia, cuando tenemos a alguien en terapia intensiva, esos son motivos para preocuparse. Fuera de eso no nos tenemos que preocupar por más nada; eso te va a permitir estar enfocado en las cosas importantes y seguir adelante.

 

5) "Voy a llegar porque donde voy mejoro mi entorno"

 

¿Qué hizo José? A los diecisiete años soñó con el palacio, y Dios no lo metió en el palacio, lo metió en el pozo; luego lo metió en la cárcel, lo metió en la casa de Potifar... y después lo metió en el palacio. Porque José tenía que aprender a mejorar lo que estaba a su alrededor. Donde vos vas, ¿dejás mejor las cosas o las dejás peor? Si vos hablás con tus padres, ¿los dejas más perturbados o más tranquilos? Cuando hablás con tu esposa, ¿la dejas mejor o peor? Cuando atendés a tu marido, ¿lo dejés mejor o peor?

Cuando vas a la iglesia ¿la dejas mejor o peor? Tu trabajo, al estar vos ¿está mejor o está peor? Dios no te va a dar el auto si no cuidás la bicicleta; no te va a dar los muebles si seguís pegando los chicles en las sillas. Si vos no sabés mejorar el lugar donde hoy vos estás, si vos no sabés cuidarte a vos, si no mejorás a los que están a tu alrededor, entonces Dios no te va a promover al palacio, porque primero tenés que aprender. Necesitamos gente que donde vaya mejore, que cuando hables con alguien lo dejes un poquito mejor de donde estaba. Donde vayas dejá tu huella.

 

6) "Voy a llegar porque estoy conectado"

 

¿Qué tenía José que lo tiraron al pozo, y lo tiraron a la cárcel, pero llegó al palacio? Tenía conexión interna, estaba conectado, tenía veinticuatro horas buena señal, él estaba conectado. Uno puede estar hablándole a alguien y no estar conectado. Por ejemplo, nos pasa que alguien nos habla y por dentro estamos pensando en otra cosa. A mí me pasa cuando bajo de la plataforma; muchos de ustedes me cuentan algo y yo estoy pensando en otra cosa. Y a veces mientras predico digo: "¡cuantos dicen gloria a Dios!" y vos estás pensando en otra cosa; yo digo: "¡cuántos están en victoria!" y vos pensás: "ay, que no termine tarde, si no se me va a el micro, y cómo voy a hacer para irme...". O digo: "¡cuántos levantan las manos!", y vos pensás en comer una pizza. No estamos siempre conectados.

 

Jesús leía los pensamientos. En una oportunidad Simón lo invita y estaba Jesús en esa cena privada; viene una prostituta y esquiva a los de seguridad -porque la cena era privada-, entra y cuando va llegando donde está Jesús, Simón -el dueño de casa- la vé; la mujer va llegando y empieza a llorar; se tira a los pies del Señor y empieza a llorar sobre sus pies. Y Simón piensa: "este hombre no sabe quién es la que lo toca...", y Jesús lo mira y le dice: "Simón, si una persona roba una moneda y otra roba mil pesos, y a ambos se los perdona, ¿quién va a amar más al que lo perdonó?, ¿el de la monedita o el de los mil pesos?", "no Señor, al que se le perdonó mil", "bien has juzgado; yo vine a tu casa, no me lavaste los pies, no me diste un beso, no me honraste; pensás que soy tu familia y no me honraste; y esta mujer pasó tu seguridad, se arriesgó a todo, y como no tenía agua lavó mis pies con sus lágrimas, no tenía toalla y los secó con sus cabellos; ¿sabés por qué Simón?, porque al que mucho se le perdona mucho ama". O sea: el que mucho se deja amar por Dios, mucho ama a los demás. Dios honra a la gente que se deja amar por Él.

 

Dejarse amar por Él es estar conectado con Él. Estar por dentro conectado con Dios es la garantía de que Dios te va a bendecir. Es un don que lo podemos usar para bien: estar con gente y por dentro estar conectado con Dios. Porque vos podes enfrentar las cosas desde abajo, y que los problemas te aplasten; o desde al lado, con tus fuerzas; o desde arriba, con las fuerzas de Dios. Cada vez que Jesús iba a hacer algo extraordinario se subía al monte, porque la conexión merece un esfuerzo. Antes de elegir a los discípulos, subió a la montaña; y Dios le dijo: "vas a elegir a éste, a éste, y Judas te va a traicionar, pero le vas a dar tres años y medio de oportunidad". Cuando Jesús subió a la montaña, abrió su boca y soltó: "bienaventurados los pobres en espíritu"; las mejores revelaciones vienen cuando subís a la montaña. Si querés conocer el amor del Señor, tenés que subir al monte calvario, y conectar con su amor. Conexión con Él te puede dar decisiones extraordinarias, te puede dar revelaciones extraordinarias.

 

Una vez Jesús le dijo a Pedro, a Jacobo y a Juan: "vengan, subamos a la montaña" y Él se transfiguró; y tuvieron la experiencia más extraordinaria. Donde vos estés pueden pasar mil cosas, afuera, pero por dentro vos podés estar conectado con el Señor. José estaba conectado con Dios; José no hablaba de Dios pero estaba conectado con Dios; y la conexión fluía a través de él.

 

Hay conexiones con señal débil y hay conexiones con señal fuerte. Para conectar con Él lo único que hay que hacer es subir, es tener ganas, es decirle: "Papá, yo soy tuyo, no hay más nada fuera de ti; yo quiero que me llenes con tu presencia, yo quiero que me unjas con tu poder", esa es la gente que va a alcanzar los sueños. Si lo amás, dejá que Él ame tu vida.

 

Un día Jesús va caminando y ve a Mateo -que era un recaudador de impuestos, un ladrón- y le dice: "sígueme". Esas palabras fueron tan profundas que entraron en su espíritu. Mateo le dijo: "Señor, dejame juntar a todos mis amigos ladrones; lo que yo experimenté ellos también lo tienen que experimentar". Mateo se llamaba Levi, que quiere decir 'adorador'. ¿Quién le puso de nombre Levi? Sus padres. Cuando nació ese bebé, los padres dijeron: "va a ser un adorador de Dios" ¡y se hizo un tránsfuga! Pero el Señor vino y lo rescató. Todo lo que soltamos sobre nuestros hijos, Papá del cielo lo va a terminar; nadie de nuestra familia se va a perder, porque no parimos para las tinieblas, parimos para la luz. Dios está buscando gente conectada con Él, que cuando hablen tengan autoridad extraordinaria. Dios está buscando jóvenes conectados, no con las pavadas sino con Él. Adolescentes conectados, ancianos conectados, adultos conectados.

 

Después de muchos años vinieron los hermanos de José; y cuando José los vio recordó: "pensar que la última vez que nos vimos fue en el pozo, y ahora es en el palacio; pensar que la última vez me gritaron insultos y ahora me vienen a pedir perdón..." Y José los miró y les dijo: "quédense tranquilos porque Dios me mandó a mí antes para que cuando ustedes vengan, los bendiga". Dios va a bendecir a hijos y te va a mandar antes para que cuando vengan los tuyos los estés esperando con el pan. No importa lo malo que te pasó, el que se burló de vos en el pozo va a venir a extender su manos porque va a ver que Dios ha estado contigo.

 

La conexión más grande que podemos lograr con Papá, no se trata de volverse religioso y por dentro no estar conectado. Hay personas que por ahí no levantan las manos, no saltan, como algunos de nosotros, pero por dentro están dando gloria a Dios. La conexión más grande se llama avivamiento, y es una conexión que provocamos entre todos. En avivamiento pasan cuatro cosas:

 

1) Vino un estruendo; Dios va a hacer ruido sobre tu vida y te va a sacar del anonimato. Dice que los miles que rodearon la casa escucharon un terremoto.

 

2) El viento se movió; todos los pensamientos negativos se van a ir; todas las heridas se van a sanar, los demonios se van, todas las tristezas se van a secar.

 

3) Se llenó la casa de su gloria; casa es habitación; vos no sos casa, sos habitación. Pero cuando habitación con habitacion se juntan, somos una casa. Dios no bendice habitaciones, Dios bendice casas; y hoy estamos juntos. Hay muchas habitaciones porque Dios habita en una casa grande. Dios llenó la casa; Dios va a llenar de prosperidad nuestra casa. No habrá nadie en Presencia de Dios que alquile, no habrá pobres, no habrá necesitados, habrá familias completas y sueños cumplidos.

 

4) Descendió el Espíritu Santo y empezaron a hablar en diferentes lenguas, y aparecieron lenguas como de fuego. Dios te va a dar autoridad para hablar; no vamos a hablar veinte horas, vamos a decir: "sé sano", y quedará sano, "sé libre" y  quedará libre, "sé próspero" y quedará próspero. Eran ciento veinte que provocaron a Dios; Presencia de Dios -si se conecta con ganas-, Dios va a hacer lo mismo: traerá estruendo, llenará nuestras vidas y nos dará lenguas; y las multitudes vendrán al Señor.

 

Provocalo al Señor. Vamos a golpear todas las puertas, vamos a ser líderes de opinión, líderes espirituales, líderes de familia, líderes de gozo, líderes de revelación, líderes de sueños cumplidos. Nunca más nadie nos va a llevar; nosotros vamos a inspirar a otros, porque vamos a estar conectados. Si vos conectas de verdad con Papá, se lo vas a contar a todo el mundo.

 

Bernardo Stamateas

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